La motivación es aquello que nos incentiva a la
acción. Es lo que nos impide seguir recostados en un sofá imaginando realidades
alternas antecedidos por el “si yo hubiera”. Todo gran negocio o producto ha
tenido detrás una gran motivación que le permitió dar el paso del mundo de las
ideas al mundo real. Por lo general todos tenemos
planes en la mente y las suficientes ganas para
empezar algún proyecto. Pero la motivación también debe estar acompañada de un
espíritu de constancia, porque de nada servirá el entusiasmo
que dura solo una semana y se diluye al comprobar la complejidad de un proyecto
y su realización.